
La ilustración se basa en un amuleto chino en el que se disponen los ocho trigramas del I’Ching en torno al t’ai chi t’u, viejo símbolo chino del yin y del vang. Esta distribución tradicional, atribuida a Fu Hsi, mítico fundador de la primera dinastía china, coloca los trigramas de forma tal que los pares opuestos sean complementarios en su sentido matemático y en su significación simbólica. El trigrama Chk’ien, en el centro de la parte superior, representa al padre y al cielo; su antagónico inferior es K”un, que simboliza a la madre y a la tierra. De igual forma, Tui (el lago, la menor de las hijas) se opone a Ken (la montaña, el menor de los hijos), Sun (el viento, la mayor de las hijas) se opone a Chen (el trueno, el hijo mayor), y Li (el sol, la hija segunda) se opone a K’an (la luna, el hijo segundo). Si interpretamos los trigramas en un sistema binario, partiendo del que ocupa el centro de la parte superior, el Ck’ien, y en sentido contrario a las agujas del reloj, tenemos la secuencia numeral: 0, 1, 2 y 3; partiendo de abajo, del K”un, y subiendo en sentido contrario a las agujas del reloj, tenemos la secuencia: 7, 6, 5 y 4.